COLECCIÓN DE PINTURAS, 2021 en curso
Fotografía digital
Mona Marcia DSC_6324 corte

Según La Gioconda, de Leonardo da Vinci

Narciso 2 DSC_4986 reencuadre final

Según Narciso, de Caravaggio

Web Balthus, La víctima DSC_0494 SA

Según La víctima, de Balthus

Web Modigliani, Desnudo reclinado DSC_9497 SA

Según Desnudo reclinado, de Modigliani

Web Meredith Frampton, Marguerite Kelsey DSC_1188 SA

Según Marguerite Kelsey, de Meredith Frampton

Web Durmiendo junto a la alfombra del león DSC_6186 SA

Según Durmiendo junto a la alfombra del león, de Lucien Freud

Degas bailarinas DSC_0645 corte

Según Cuatro bailarinas, de Degas

Web El mundo de Cristina DSC_1233 SA

Según El mundo de Cristina, de Andrew Wyeth

La invención colectiva, Magritte SA_8997

Según La invención colectiva, de Magritte

Web Balthus, Los años dorados DSC_0503

Según Los años dorados, de Balthus

Las Tres Gracias DSC_6364

Según Las tres Gracias, de Rubens

Web Baco DSC_7106 final corte

Según Baco, de Caravaggio

Janice y Cupido DSC_6920

Según Venus con un organista, de Tiziano

La muerte de Ofelia DSC_5314

Según Ofelia, de John Everett Millais

Valquiria-Balthus DSC_6602

Según Thérèse soñando, de Balthus

La muerte de Marat DSC_6353 corte

Según La muerte de Marat, de Jacques-Louis David

Venus de Willendorf DSC_6214 corte

Según Venus de Willendorf, arte paleolítico

COLECCIÓN DE PINTURAS

por Fernando Ampuero, escritor

Las fotografías de Sandro Aguilar proponen un misterio y una revelación; pero, para desconcierto de quienes las miran, tal revelación no es definitiva; detrás de ellas uno percibe que el misterio regresa, aunque recargado como incógnita, como entresijo, como secreto. En su serie de imágenes Colección de pinturas, Aguilar toma una linterna de mano y la usa como pincel. Su propósito es, fuera de toda retórica, integrar el desnudo de la mujer andina en el arte universal, desplazando así –o más bien suplantando– la fisonomía caucásica que nuestra memoria identifica en las protagonistas de obras maestras de Tiziano, Caravaggio, Leonardo, Rubens, Degas, Balthus, Magritte y Lucien Freud, e incluso un artista del paleolítico. Cada fotografía, desde su perturbadora quietud, sugiere la respectiva textura plástica y, sobre todo, reproduce el escenario y la circunstancia de la obra original, cuya atmósfera en claroscuro resalta esta vez la belleza de la piel mestiza, lo que supone un giro estético y conceptual. El proceso de su técnica, que procede de fines del siglo XIX, se conoce como light painting y resulta lento y minucioso, tanto para el fotógrafo-pintor como para sus modelos. Aguilar, en suma, pinta con luz. Y subvierte la tradicional noción de una extrema cultura occidental.

Una última acotación: Sandro Aguilar es un artista de impecable factura.