COLECCIÓN DE PINTURAS, 2021 en curso
Fotografía digital

Según La Gioconda, de Leonardo da Vinci

Según Narciso, de Caravaggio

Según La víctima, de Balthus

Según Desnudo reclinado, de Modigliani

Según Marguerite Kelsey, de Meredith Frampton

Según Durmiendo junto a la alfombra del león, de Lucien Freud

Según Cuatro bailarinas, de Degas

Según El mundo de Cristina, de Andrew Wyeth

Según La invención colectiva, de Magritte

Según Los años dorados, de Balthus

Según Las tres Gracias, de Rubens

Según Baco, de Caravaggio

Según Venus con un organista, de Tiziano

Según Ofelia, de John Everett Millais

Según Thérèse soñando, de Balthus

Según La muerte de Marat, de Jacques-Louis David

Según Venus de Willendorf, arte paleolítico

COLECCIÓN DE PINTURAS

por Fernando Ampuero, escritor

Las fotografías de Sandro Aguilar proponen un misterio y una revelación; pero, para desconcierto de quienes las miran, tal revelación no es definitiva; detrás de ellas uno percibe que el misterio regresa, aunque recargado como incógnita, como entresijo, como secreto. En su serie de imágenes Colección de pinturas, Aguilar toma una linterna de mano y la usa como pincel. Su propósito es, fuera de toda retórica, integrar el desnudo de la mujer andina en el arte universal, desplazando así –o más bien suplantando– la fisonomía caucásica que nuestra memoria identifica en las protagonistas de obras maestras de Tiziano, Caravaggio, Leonardo, Rubens, Degas, Balthus, Magritte y Lucien Freud, e incluso un artista del paleolítico. Cada fotografía, desde su perturbadora quietud, sugiere la respectiva textura plástica y, sobre todo, reproduce el escenario y la circunstancia de la obra original, cuya atmósfera en claroscuro resalta esta vez la belleza de la piel mestiza, lo que supone un giro estético y conceptual. El proceso de su técnica, que procede de fines del siglo XIX, se conoce como light painting y resulta lento y minucioso, tanto para el fotógrafo-pintor como para sus modelos. Aguilar, en suma, pinta con luz. Y subvierte la tradicional noción de una extrema cultura occidental.

Una última acotación: Sandro Aguilar es un artista de impecable factura.